
1.7 Económico
El desarrollo económico se puede definir como la capacidad de
países o regiones para crear riqueza a fin de promover y mantener la
prosperidad o bienestar económico y social de sus habitantes. Podría
pensarse al desarrollo económico como el resultado de los saltos
cualitativos dentro de un sistema económico facilitado por tasas de crecimiento que se han mantenido altas en el tiempo y que han permitido mantener procesos de acumulación del capital.
Evidentemente que los saltos cualitativos no se dan exclusivamente si
se dan acumulaciones cuantitativas de una única variable, pues los
saltos pueden ser incluso de carácter externo y no solo depender de las
condiciones internas de un país.1 Se conoce el estudio del desarrollo económico como la economía del desarrollo. La política
pública generalmente apunta al crecimiento continuo y sostenido
económico, y la extensión de la economía nacional de modo que «los
países en vía de desarrollo» se hagan «países desarrollados». El proceso
de desarrollo económico supone ajustes legales e institucionales que
son hechos para dar incentivos para fomentar innovaciones e inversiones
con el propósito de crear un eficiente sistema de producción y un
sistema de distribución para los bienes y los servicios. Para entender
por qué ahora solo 1/5 del mundo se considera «desarrollado» (principalmente Japón, Europa Occidental, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, y pocos más), se debe tener en cuenta que el mundo, desde el punto de vista de un país desarrollado, es un mundo de pobreza y escasez
y por lo tanto es fundamental el reconocimiento de que no es que los
otros 4/5 del mundo están retrasados, es más bien que el primer mundo ha
tenido el «milagro» del desarrollo industrial-capitalista que se originó en Gran Bretaña hacia el fin del s. XVIII y el comienzo del s. XIX y después se difundió a otros países del primer mundo.
El crecimiento económico es una de las metas de toda sociedad y el
mismo implica un incremento notable de los ingresos, y de la forma de
vida de todos los individuos de una sociedad. Existen muchas maneras o
puntos de vista desde los cuales se mide el crecimiento de una sociedad,
se podría tomar como ejes de medición la inversión, las tasas de
interés, el nivel de consumo, las políticas gubernamentales, o las
políticas de fomento al ahorro; todas estas variables son herramientas
que se utilizan para medir este crecimiento. Y este crecimiento requiere
de una medición para establecer que tan lejos o que tan cerca estamos
del desarrollo.

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